P.3-Hay vida más allá de los exámenes
Los exámenes escritos y las rúbricas no son las únicas formas de evaluación (aunque a veces parezca que sí), pues existen numerosas herramientas para hacer de la evaluación algo diverso y enriquecedor. En la presente clase del 17 de febrero estuvimos explorando los medios, técnicas e instrumentos que pueden emplearse dentro del aula para evaluar de manera más integral el proceso de aprendizaje del alumnado.
En esta entrada de blog, analizaremos la actividad realizada en clase, donde revisamos nuestras situaciones de aprendizaje. Por otro lado, antes de adentrarnos en lo realizado en clase, definiremos brevemente el concepto clave de esta sesión: las tareas integradas.
Tareas integradas.
Las tareas integradas son un conjunto de actividades orientadas a la resolución de una situación-problema. Estas tareas permiten desarrollar las competencias claves, pues al no ser observables hay que introducirlas a través de los desempeños. El objetivo de las tareas es realizar un producto final que sirva para preparar al alumnado para una situación real a la que se pueda enfrentar fuera del centro escolar.
Los medios de evaluación vistos a lo largo de esta clase, tales como los diarios reflexivos, los portafolios, exámenes, mesas redondas, visual thinking… Permiten al alumnado demostrar la adquisición de las competencias claves durante las tareas.
Actividad-Evaluación de una situación de aprendizaje.
Para poner en práctica estos conceptos, revisamos nuestras situaciones de aprendizaje previamente diseñadas con Beatriz. En estas situaciones realizamos tareas integradas, pero como en su momento contábamos con pocas nociones sobre evaluación, la revisión que haremos ahora será clave para mejorar nuestros métodos.
En mi caso, mi situación de aprendizaje está dirigida a la asignatura de Técnicas Gráfico-Plásticas de 2º de bachillerato. Los contenidos que trabajamos son:
- Perspectiva de género y perspectiva intercultural.
- Estrategias de investigación.
- Técnicas húmedas y mixtas. La tinta china.
- Las fases de producción de un proyecto.
Los alumnos debían trabajar con textos antiguos de poetisas chinas olvidadas en la historia, diseñando de este modo seis álbumes ilustrados para una editorial independiente. El proceso finaliza con una exposición oral, simulando la presentación de un libro.
Los instrumentos de evaluación que inicialmente seleccionamos fueron:
- Lista de cotejo/control para evaluar a través de la observación la asistencia y la actitud.
- Rúbrica para analizar la producción artística final (álbum ilustrado).
- Rúbrica para analizar la prueba específica (exposición oral).
Durante la revisión identificamos que algunas actividades intermedias no estaban siendo evaluadas y que, además, el agente que siempre intervenía en nuestra evaluación era el docente, no dejando al alumnado ser partícipe de este proceso. Es por ello que añadimos estas dos nuevas herramientas:
- Escala de valoración en una mesa redonda, para evaluar el progreso y fomentar la coevaluación. Esto se realizaría en la sesión 5, para que los alumnos puedan saber sus avances y estén a tiempo de hacer cambios. El protagonista sería el alumnado, que se corregiría mutuamente a través de una escala de valoración, por lo que el profesor simplemente actuaría como mediador durante el proceso de evaluación y, posteriormente, como revisor de lo expuesto por el alumnado.
- Diario reflexivo evaluado mediante una rúbrica, permitiendo la autoevaluación y la reflexión sobre el propio aprendizaje. Este diario lo harían de manera paralela a la situación de aprendizaje como trabajo autónomo, para que puedan meditar sobre lo realizado en casa sesión.
Conclusión
Esta sesión fue especialmente útil porque nos permitió expandir nuestras posibilidades de evaluación y nos ayudó a identificar errores de nuestra situación de aprendizaje y cómo enmendarlos.
Así como anécdota personal respecto a este tema, experimenté lo que es asistir a un examen en las prácticas. He visto cómo el temor a un "examen final" afecta negativamente al rendimiento y la creatividad de los alumnos, incluso cuando la prueba tiene menor peso que el trabajo acumulado durante el curso (¡y ellos sabían esto también!). Esto refuerza la importancia de diversificar los métodos de evaluación y enseñar a los estudiantes que la evaluación no debe ser vista como una amenaza, sino como una oportunidad de aprendizaje continuo.
Comentarios
Publicar un comentario